BITÁCORA DE TRABAJO sobre el ejercicio (LA PATRIA imagen emblemática de la lucha por la sabiduría del pueblo)

la patria, colectivo zenzontle“ES IMPORTANTE PONER UN GRANITO DE ARENA POR PEDIR UNA MEJOR EDUCACIÓN PARA EL PUEBLO”

Por: CLOWS de la DKA


Estudiante en la carrera de psicología en la fes Zaragoza
Conozco desde hace un tiempo el trabajo de Luis (Chez) como grafitero, y he de confesar que él fue una de las figuras que me introdujeron en el gusto por la expresión artística, netamente el graffiti. Recientemente he podido entablar muchas charlas con él, y en una de esas es como inicia mi participación con el colectivo El Zenzontle.


Era ya noche cuando platicábamos, me hizo la invitación de asistir a una experiencia artística en Chicoloapan; para empezar el lugar me parecía bastante remoto, e invente mil y un argumentos para justificar mi pereza. Aún así Luis no desistió en su invitación, y uso una frase que revolvió mi pensamiento, textualmente me dijo: “será una nueva experiencia”. Y como mi curiosidad nunca duerme, mande al diablo todos mis pretextos y acepte la invitación.


La cita al día siguiente era a las 7:50 am, pero para variar, una dama tiene el privilegio de hacer esperar al hombre. Aunque en este caso Luis se deshizo de etiquetas y el me hiso esperar a mí. No recuerdo a que hora nos fuimos del lugar acordado, en realidad el tiempo me pareció desvanecerse, y es que la plática era bastante enriquecedora. Luis me hablaba entre banalidades y razones, cosas bastante interesantes; me hizo pensar en lo que llegamos a olvidar mientras caminamos por la vida, y lo diré desde un plano artístico. Nos vamos haciendo de una sarta de trabajos, de mil en mil, mejorando, empeorando, innovando, pero si no existe una razón, esos esfuerzos, esas ideas, mensajes, como quieran llamarlos, pierden fuerza, carecen de alma, y vaya, después de eso, quién puede esperar que su obra se perpetué, aun más allá de un estado material, aun más allá de una realidad física.


Después de una charla así, quién no puede sentir que le hierve la sangre, yo me moría por saber que era lo que pasaría hoy, sobre todo porque el material que usaríamos seria un recurso alternativo. Chez me conto con tanta alegría la historia del colectivo, quienes lo integraban, que es lo que habían hecho hasta el momento; hablaba con tal entusiasmo que era bastante contagioso.


Conocí a Javier, mi primera sensación fue como estar entre amigos de bastante tiempo, se despedía una vibra bastante alivianada. Me mostro algunos de sus trabajos, y yo como aficionada, no pude evitar sorprenderme del excelso trabajo que hace. No sé mucho de sombras, colores, fondos y de más terminología, más de la que conocí en la prepa y la que he ensayado en el graffiti. Pero para nadie es difícil reconocer cuando una imagen te ha hipnotizado la vista, y los trabajos de Javier eran una de esas imágenes.
Empezaron su plan maestro, y el sitio testigo de su proyecto seria una cancha de futbol llanero en la que Javier solía jugar futbol con su padre. Para empezar el lugar ya guardaba magia por sí solo, pero hoy se vestiría de gala para presenciar a dos grandes trabajar. Mi trabajo solo era grabar, y digo era porque no solo fue así. Javier puso en mis manos el bote con cal y me dijo: “la única manera en la que se aprende este trabajo es practicando”, tal vez palabras más palabras menos, pero con bastante miedo y emoción tome el bote y empecé a rellenar espacios.


Me dio mucho miedo equivocarme, y es que ese es uno de mis más grandes defectos, soy bastante insegura, y es lo que mas admiro de cualquier artista, la seguridad con la que marca cada paso que da, y si no es así, envido totalmente su poder de controlar ese miedo, al punto que le permita hacer tremendas formas en el espacio.


Termine sucia, llena de cal y tierra, y bañada en sudor por el tremendo calor. Después de un trabajo de estas dimensiones, uno consideraría justo ir por algo de beber, y pues ya entrados en el nacionalismo, nos decidimos por tomarnos un rico pulque; además estábamos en uno de esos lugares reconocidos por su exquisito bebida prehispánica, y uno no puede decir que ha ido a Chicoloapan si no a entrado a una de sus pulquerías.
Para donde voltear a ver, el paisaje era verde y el aire fluía tan fresco, o bueno, al menos más fresco de lo que acostumbro sentir en la urbe. Javier nos conto que uno de los tantos cerros que estábamos observando era el culpable de el mito del origen de Hutxilopochtli (el dios de la guerra), era un cerro como pintado a mano, tan simétrico y frondoso. De hecho en medio de él estaba una representación de la Coyoxauztli, la diosa de la luna; madre de las estrellas, que son sus hijos acecinados a manos del dios de la guerra por intentar matar a su madre bajo el pretexto de la deshonra de haberse embarazado sin saber cómo.


Después de este recorrido llegamos a la pulquería, y para variar, no podía dejar de ser un lugar mágico, desde donde se percibiera era un sitio reconfortante, desenfadado y bello en su simpleza. Javier pidió un litro de pulque blanco, del bueno, natural. No he escuchado de alguna buena charla que no se haya tenido en una pulquería, y esta no sería la excepción. Al principio me sentía tan chiquita, estaba compartiendo un buen cántaro de pulque con dos grandes, Javier y Luis; hablaban de cosas bastante apegadas al arte, era tan arraigada su platica a esta corriente, que me era difícil seguirles el paso, yo no conozco tanto de artistas, obras y museos. Pero creo que esta es la mejor forma de la que pude haber aprendido.


Pero entrada al calor de la conversación y desinhibida por el alcohol, me avente a entrar en la charla, no tenia más que ofrecer mas que mi opinión, y mi formación en psicología, mi poca experiencia como grafitera, y la vida eran todo lo que me respaldaba. Chez me pregunto mi opinión de lo que hoy hicimos, y no puede evitar expresar mi reconocimiento a su labor tan pasional por lo que hacían; recuerdo que les hice algunas preguntas, y una de ellas fue saber qué se necesitaba para hacer un mural. La respuestas simples son las que más me gustan, y no la que me dijeron no pudo ser mas sensata, lo primero que se necesita para hacer un mural, es tener ganas de hacerlo. Y de ahí me contaron una de las grandes hazañas del Colectivo el Zenzontle, me platicaron su participación en la huelga de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).


El tema tenía bastante relación pues su labor de apoyo consistió en elaborar un mural en la UACM del plantel Iztapalapa, su mural consistía en las raíces del origen de la universidad, en su relación con la sociedad, total una expresión pacifica. Una de las carrearas que en esa escuela se imparten es Historia del Arte, y uno de los estudiantes de esa carrera se acerco a hacerles la misma pregunta que yo le había hecho, y admito que siento envidia por ese chico, porque desde ese instante tomo el coraje suficiente de poner en practica su labor, le pidieron ganas de trabajar, boceto y un proyector, y todo eso, en el mismo día lo logro conseguir. Se realizo el mural, con personas a favor y en contra, pero se logro, al finalizar la huelga de la institución sus murales fueron reconocidos como patrimonio de la UACM, y al estar hablando de esto, están colocando su trabajo al nivel de los muralistas expuestos en universidades como Cuidad Universitaria; no puedo describir lo que en ese momento sentí, me sentía tan chiquita y a la vez tan grande de poder compartir una charla con personajes de esa talla.


Tantos temas volaron sobre nuestras cabezas en ese prado sin tiempo, sus experiencias como grafiteros, la nueva ideología del graffiti, el enfoque de su proyecto como colectivo; y he de ser sincera, uno de los temas que más dio de que hablar y fue preciso dentro del contexto, fue uno de los bocetos de Javier. Un boceto con un desnudo artístico elegante, discreto y simplemente bello, al menos para mi gusto y sé que también para el gusto de cualquier persona que se atreva a mirarlo desde una óptica estética. La parte más “controversial” de la imagen era el trasero de la mujer, para alguien que se atreve a mirar sin morbo, sabe que el cuerpo desnudo es la máxima expresión de cualquier sensación, no sé, no puedo imaginar que es lo que las personas sienten o recuerdan cuando no hay nada que nos cubra más que nuestra propia piel. No hay espacio donde esconderse, no hay manera de dejar de ser uno, porque nos han desprendido de mascaras, de disfraces, de etiquetas, ya no es nada mas que solo un humano, y es que, cómo pretendemos inculcarle seguridad y respeto a nuestros semejantes si tachamos de sucio, pecaminoso y lleno de pudor el único recurso con el que se nos ha arrojado al mundo.


No sé, no sé, no me quiero meter en camisa de once varas, porque he aprendido que el cuerpo nos simboliza tanto y a la vez nada. No pondré palabras en la boca de quien no las quiera decir, pero solo he de dejar bien en claro algo, el artista en un personaje que se la vive abstrayendo el mundo, y eso es una labor titánica, decir tantas cosas en un grafico en una habilidad que no cualquiera realiza, no cualquiera detiene el movimiento en un papel, en un muro, en un segundo. Son los mejores cuentacuentos y perpetuadores de la historia, es para mí, la mejor versión de la realidad, la mejor manera de atesorar un código, una voz.


Ni siquiera pude contar cuantos cántaros de pulque habíamos bebido, solo sé que nos tendríamos que ir a pie un largo trayecto para llegar a casa; no me importo, he aprendido tanto o tan poco de la calle a lo largo de mi vida; caminar de esquina a esquina y sin límite de tiempo, es algo que se acostumbra con bastante frecuencia, así que no me preocupo. Fue bastante el recorrido, teníamos hambre y la fría lluvia nos estaba bañando, pero indudablemente no me arrepiento en lo absoluto.


Luis tenía bastante razón, fue una experiencia única, algo que no solo se describe, se siente. Y aunque de verdad trabaje por apoyar el grito de basta, de poner un granito de arena por pedir una mejor educación para el pueblo, fue más fuerte aún, la pasión que se contagia cuando compartes escenario con dos personas que aman lo que hacen, que sienten y tocan el mundo más allá de la piel.

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