¿En qué nos beneficia la cultura y el bicentenario?, y nosotros, ¿que nos toca hacer?

Reflexión social sobre la jornada cultural, Oscar Chavez, danza y matrimonios en vísperas del bicentenario.

Detonar lluvia de ideas e interrogantes para mejorar la calidad de vida entre los habitantes.

¿En qué nos beneficia la cultura y el bicentenario?

Durante el evento de Oscar Chávez y el del grupo de danza de la casa de la cultura de Texcoco que estuvo el pasado viernes y sábado, me permitieron ver como puede un adulto revivir sentimientos, recuerdos, emociones, causas o valores.  Por otro lado me es paradójico encontrar con perspectivas o sentimientos tan distanciadas, ajenas o en la orfandad, me refiero a  la relación de adultos, jóvenes y niños, sectores que se sienten incomprendidos, abandonados o rechazados unos de otros, cuantos jóvenes se alejan de su ambiente familiar pues este no les ofrece atención y afecto,  -estoy convencido de que la mayoría de los jóvenes que se embriagan en las esquinas, que se pelean en fiestas o eventos sociales, etc., esto lo hacen consiente o inconscientemente por carecer de cariño, autoestima y ganas de construir un proyecto de vida-. Elementos importantes para el desarrollo de cada uno todo ser humano necesita sentirse amado para vivir.

El jueves anterior al concierto de Oscar C. por el medio día se celebro en la calle Hidalgo en el andador matrimonios civiles, acto muy numeroso de parejas, lo que recordando los mensajes de los organizadores (el Ayuntamiento) que invitaban e insistían  a fomentar el cariño entre la pareja y a sus hijos para generar un mejor ambiente familiar y social en la comunidad.

“Pienso, luego existo”, durante el evento folclórico y cultural de danza del sábado, experimente y goce de presenciar con mis hijos del evento, trate de explicar e ilustrar el viaje histórico que tuvimos por medio de los cuadros musicales, la historia, coreografías, ambientes, creo nos trasportaron al pasado. Pude ver y hacer ver mi pasado con mi generación futura, lograr sin buscarlo dar a conocer parte de la historia personal, de los valores, alegrías y tristezas de uno y compartirla con los hijos, me hice niño con ellos me emocione y sorprendí. Fue algo que une, que se quedara toda su vida en su memoria como en la mía. Es así como uno junta historias de la vida, anécdotas, unos felices como este y otros amargos como cuando a uno en la infancia lo rechazan o maltratan, eso duele y nos acompaña siempre, y superarlo cuesta. Y me pregunto ¿que nos ha dejado todo esto, ¿para que casarse?, que nos deja las canciones y acción social de Oscar Chávez? ¿Y que nos deja el bicentenario? ¿Queremos hacer de nuestra vida algo mejor o solo cumplimos compromisos sociales y de agenda cultural?

El próximo 15 de septiembre que sentiremos, los adultos, jóvenes y niños, en cada grito de ¡viva!, ¿deberás? Hay algo que celebrar, estaremos solo aprovechando que se puede faltar a trabajar, bailar y tomar.

Veámonos a los hijos en la familia, con la pareja, hijos,  hermanos o  amigos. Pensemos y reflexionemos si deberás gozamos de libertad, independencia, paz, desarrollo, identidad, unidad, respeto, autoestima, etc.

¿Cómo nos estamos preparando para la vida y para el bicentenario?, nuestros hijos como vivirán 200 años fruto de luchas, consientes o en la inocencia y adormecimiento del alcohol. Nosotros tenemos la oportunidad de decidir eso.

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