(carta entregada el 24 de Aosto de 2018)
Centro Penitenciario y de Readaptación Social de
Texcoco, Estado de México.
CARTA ABIERTA
AL PRESIDENTE ELECTO ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
AL PRÓXIMO SECRETARIO DE EDUCACIÓN ESTEBAN MOCTEZUMA BARRAGÁN
A CUATRO AÑOS TRES MESES DE ENCARCELAMIENTO
LIC. ANDRÉS MANUEL:
Por mi conducto, muchos internos le saludamos respetuosamente y además de nuestra admiración le manifestamos parabienes, deseándole éxito a usted y a nuestra maltratada patria.
En la cárcel también anhelamos la paz, la concordia, la seguridad, pero sobre todas las cosas, la justicia. Y es que la promesa de perdón, amnistía y combate a la corrupción ha alcanzado los sueños de todo prisionero: los siempre desamparados, los culpables, los inocentes, los resignados, los rebeldes. La transformación anunciada simboliza esa carrera a la que no hemos sido convocados pero en la que necesitamos colarnos para forma parte de la historia.
Los presos inocentes tomamos la palabra para dolerle a los fiscales, a los jueces y magistrados, para fustigar su arrogancia, para evidenciar su ineptitud, para reprobar su mañosa compraventa de las leyes y del derecho. Porque impotentes y con el orgullo ulcerado esperamos la libertad y el día en que los funcionarios corruptos, omisos o abusivos, reciban en propio cuerpo lo que llaman “el peso de la ley”, y que el sistema de justicia sea efectivamente, de justicia.
Entre los presos inocentes estamos aquellos que el gobierno criminaliza hábilmente por interés ajeno a lo legal.
Soy profesor de toda la vida: estoy preso desde el 30 de Abril de 2014 porque dijo el juez, que le dijo el ministerio público, que le dijo un testigo, que yo le dije que había estrangulado a mi apreciada amiga el 16 de Abril de 2007, dentro de su automóvil, en algún lugar sin precisar, durante una discusión violenta en la que se me pasó la mano y la estrangulé; que finalmente acomodé la escena simulando un suicidio en un paraje boscoso.
Este ridículo bodrio, ajustado al código penal manipulado, me mantiene preso tras un proceso que tuvo sustento en la tortura del testigo clave, en el extravío de pruebas periciales, en la dilación de procedimientos, en la complicación deliberada de diligencias. Se ha concluido la instrucción que abarcó 103 audiencias en cuatro años y un mes. Se desahogaron 26 testimoniales, 10 estudios periciales, más de 80 diligencias documentales, 11 careos procesales, 4 reconstrucciones de hechos, 2 inspecciones judiciales y un amparo con el que se reclasificó el delito de homicidio calificado a homicidio simple.
Se evidenció la mala fe del perito que dictaminó muerte por estrangulamiento sin considerar todos los elementos, el Doctor JESÚS MORALES RAMÍREZ, a quien abrimos una carpeta de investigación desde enero de 2016 por utilizar falsamente información bibliográfica para encubrir su amañada necropsia. Al día de hoy, la Fiscalía General del Estado de México no resuelve su vinculación a proceso a pesar de que cuenta con todas las pruebas necesarias, lo está protegiendo argumentando que se había perdido el expediente o que tienen mucho trabajo.
Durante el proceso y con peritajes se concluyó que en la muerte que me adjudican no intervino una segunda o tercera persona pues no hay indicios de violencia o defensa; que la occisa estaba intoxicada con alcohol y barbitúricos y que yo estuve en lugares distintos al momento del fallecimiento. No hay una sola prueba de la imputación que me hiciera el Ministerio Público, tampoco hay denunciante alguno.
El motivo por el que sigo preso, no es esa muerte, es la intención oculta por descargar la crueldad del Estado en el “antisocial”, para que sirva de ejemplo.
¿Cuánto más habrá que esperar en este sitio de penurias y degradación humana?
SEÑOR ANDRÉS MANUEL
SEÑOR ESTEBAN MOCTEZUMA
¿Por qué la Secretaría de Educación Pública no es órgano decisorio en la política penitenciaria?
El pensamiento, el comportamiento, el aprendizaje, la enseñanza y la cultura tanto de infractores como de acusados en la cárcel, son procesos individuales y sociales que quebrantaron los límites del sistema educativo poniéndolo en entredicho.
Cierto es que el delito y la sanción son materia jurídica, pero los y las internas son de carne, mente y espíritu, por consiguiente susceptibles no sólo de compurgar una pena sino también de automodificarse ─por voluntad y convicción, no sólo por imposición o simulación─ lo cual representa un acontecimiento eminentemente educativo.
En nuestra sencilla opinión, el quehacer educativo ─del núcleo escolar penal─ está limitado a un conjunto de instrucciones burocrático docentes que no tienen impacto en la estructuración de saberes que propician racionalidades diversas, respetuosas, multidimensionales, creativas, ambientales y sustentables. Por tanto es improbable un efecto socio cultural positivo con los preliberados o liberados.
Se requiere visión, transdisciplinariedad, logística y política educativa para la autogestión curricular, esa es nuestra propuesta y ello demanda que la SEP y/o las Secretarias de Educación de los Estados intervengan decisivamente. No implica ni los grandes presupuestos, ni las obesas burocracias, sólo decisiones y estrategias inteligentes y plásticas para vincular los centros educativos y académicos, con la intervención penitenciaria.
Con nuestra experiencia en este penal podemos ya sustentar una hipótesis plausible:
«estar bien en la cárcel» para estar bien en la calle
Esa es la apuesta y se consigue con estrategias heurísticas con las que los prisioneros podemos autogestionar nuestro currículum. Sólo hace falta demostrarlo en la realidad. Una exposición extensa la haremos llegar en cuanto las circunstancias nos lo permitan. Pero aquí, en Texcoco, ya lo podemos poner en marcha, desafortunadamente no hay ojos ni oídos oficiales para estas iniciativas.
Por otro lado, nos es grato saber que coinciden en nuestra preocupación y proyecto: atender desde sus causas profundas la inseguridad, la violencia, las adicciones y la falta de empleo.
En 1988 creamos la primer preparatoria popular en el Estado de México que se oficializó, que dio lugar a otras instituciones y que ha dado alternativas de estudio sin discriminación a miles de jóvenes en los municipios de Chicoloapan, Chimalhuacán, La Paz y otros. Aquí creamos también en el año 2010 la Universidad Revolución cuyo programa de Licenciatura es el Desarrollo Local Sustentable. Una profesión que tiene como estrategia curricular el emprendimiento de proyectos productivos socio-ambientales para que los egresados funden su empresa y empleo atendiendo los problemas de sus comunidades y gestionen los financiamientos necesarios.
Desde su inicio, nuestra Universidad ha sido aplaudida por académicos y organismos diversos. La Universidad Autónoma Chapingo respaldaría el proyecto reconociendo los estudios pero nos dejó colgados por su extremo burocratismo. Luego lo hizo la Universidad de Guerrero y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Sus normas legales se los impiden.
Les pedimos que se sumen al esfuerzo que venimos haciendo desde hace treinta años y que ampliemos la cobertura que existe en la región de Educación Superior, apoyando a la Universidad Revolución y la certificación de sus estudios, así como la creación de otros programas de enfoque ambiental y sustentable, tan necesario para el empleo, para el rescate de la juventud y para la existencia de la humanidad en nuestra tierra patria.
Fraternalmente, con respeto y con esperanza.
¡Que florezca la libertad y que se multipliquen los caminos de lucha!
¡Nos faltan 43 + miles!
¡Hasta la Victoria CNTE!
Oscar Hernández Neri
Agosto de 2018
