De atender un puesto callejero de pollos en Chicoloapan a Dreamers

Saludos.

En el sitio laopinion.com publican una historia sobre unos dreamers, quienes atendían un puesto callejero de pollos y se fueron para el otro lado, donde ahora ya casi se gradúan en la universidad.

fragmentos del texto a continuación…

dreamers

“Sophy” y “Allen” no pueden contener el llanto al relatar su infancia en un humilde poblado del centro de México, porque les recuerda hambre, abusos, explotación, negligencia y desamor.

“Éramos como esclavos, nunca tuvimos una vida feliz”, cuenta “Sophy”, quien prefiere que la llamen así para no escuchar su nombre oficial, Gabriela Amel Peralta, conectado a su tormentoso pasado.

“Pasamos todos los abusos que un niño puede pasar: psicológico, sexual, mental, espiritual”, explica.

Su hermano menor, René, eligió el nombre de “Allen” para borrar asimismo tanto sufrimiento.

Ellos son dos de ocho hijos de un matrimonio que los obligaba desde pequeños a vender en la calle y atender un puesto de pollos en Chicoloapan, un empobrecido lugar del estado de México.

…sólo para cubrir la explotación los hijos eran enviados a la escuela. “Sophy” y “Allen” cursaban la secundaria cuando su padre biológico falleció y su madre los abandonó a su suerte. Todos quedaron a la deriva y un familiar les ofreció traerlos a Nueva York en 1999. Ella tenía 15 años y él 13.

Pero aquí recibieron un trato similar. Durante cinco años trabajaron sin descanso para solventar sus gastos personales y enviar dinero a los que se quedaron en México. Era impensable ir a la escuela.

…No tenían otra opción que aceptar la ayuda ofrecida cinco años atrás -cuando hicieron una escala en California en su viaje a Nueva York- por el hijo de unos conocidos en México. Ese extraño, Roge Fonteyn, les abrió en 2003 las puertas de su casa en el condado de Los Ángeles.

Así los hermanos aprendieron inglés, concluyeron la preparatoria para adultos y se inscribieron primero en un colegio comunitario (Mt. San Antonio) y después en la universidad.

Por primera vez conocieron el amor de un padre, el calor de un hogar y la posibilidad de superarse a través del estudio. “Cuando llegamos aquí fue como si hubiéramos vuelto a nacer”, dice “Sophy”.

El 13 de junio ellos alcanzarán uno de sus sueños. “Sophy”, ahora de 30 años, obtendrá un título de trabajadora social por la Universidad Estatal de California en Los Ángeles (CSULA) y “Allen?, de 28, se graduará como químico por la Universidad de California en Irvine (UCI).

Continúa en: http://www.laopinion.com/hermanos-sonadores-superan-pasado-tormentoso

 

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