La verdad es que uno aprende a valorar los pequeños esfuerzos que hacemos para salir triunfante en una competición de esta magnitud y que claro se llevó a cabo en la fértiles tierras de camino al monte de San Vicente Chicoloapán que de hecho así fue llamado el primer “Duatlón Reto Camino al Monte”, desde mi humilde opinión favoreció a los amantes del ciclismo y atletismo claro con sus desajustes e imperfectos pero ¡imagínense una competición de este calibre en Chicoloapán!
Nunca imagine que el gusto por la bicicleta se me volviera un hobby y mucho menos participar en una de estas competencias ya que pues el uso no la bici no pasaba de ir “a las tortillas “y pues como no si tampoco quedan ganas ya que el respeto hacia el peatón es nulo imagínense ¡para los ciclistas!