Fuente. Comunicación Social del H. Ayuntamiendo de Chimalhuacan
El Gobierno municipal, a través de la Dirección de Turismo, llevará a cabo la segunda edición de la Feria de la Aceituna, del 2 al 5 de diciembre, tiene por objeto impulsar la producción y consumo de este fruto en la región.
Este año, además de poner a la venta productos derivados del árbol de olivo y platillos típicos chimalhuacanos, en la explanada de la plaza Xochiaca ubicada en el barrio San Lorenzo habrá un amplio programa cultural que incluye danza, teatro y música en vivo.
Teresa Valverde, directora de turismo, señaló que tras haberse realizado la primera Feria de la Aceituna en el 2009, los pequeños productores del municipio trabajan en diversos proyectos para lograr el envasado y etiquetado de los curtidos de aceituna con el objeto de impulsar su comercialización a mayor escala.
Asimismo, indicó: “el Gobierno Municipal quiere que este baluarte de Chimalhuacán sea reconocido y proyectado a nivel nacional e internacional pero que además sirva para que las nuevas generaciones encuentren en el cultivo de arboles de olivo una fuente de trabajo y un sustento”.
Para ello, el Ayuntamiento gestiona la adquisición de terrenos que serán dedicados para la cosecha de aceitunas y reducir los efectos del crecimiento de la mancha urbana que ha provocado que cientos de estos ejemplares hayan sido derribados, “la escases de olivos ocasiona que nosotros no podamos sacar producciones elevadas, lo más que llegamos a obtener son 25 toneladas, pero con este proyecto eliminaremos este factor limitante”, explicó doña Luisa Arrieta Buendía.
Por su clima mediterráneo los barrios Xochiaca, San Lorenzo, San Agustín y una parte de Xochitenco son sitios propicios para el crecimiento de esta fruta.
Actualmente, los principales consumidores de este baluarte chimalhuacano son Árabes y Libaneses quienes la prefieren por su bajo costo, mismo que oscila entre 60 y 70 pesos y por su curtido artesanal “la aceituna que hay aquí se asemeja mucho a la que hay en Arabia por eso la buscan mucho los árabes y rabinos que viven en Polanco; además porque ellos no comen productos que contienen conservadores, y la que nosotros vendemos se hace con cal y tequesquite”, dijo Arrieta Buendía.
