Por: Mauro Reséndiz Hernández
Hoy por la mañana escucho a la respetable Aristegui anunciando que por fin la justicia se hizo al declarar la libertad inmediata a los activistas presos por el caso Atenco-Aeropuerto, en remembranza de los factores que desencadenaron su encarcelamiento se menciona principalmente el aspecto económico, ya que el Gobierno Fedral no supo manejar el asunto. Fuera de ése ámbito de negociaciones también existe otra parte afectada que no por que pase el tiempo o se exculpe a medio mundo, seguimos con secuelas de terror, explico lo anterior.
Recuerdo que fué en los primeros dias de mayo cuando sucedió, lo recuerdo bien por que los trabajadores de la obra en Coacalco me esperaban con la comida para festejar el día de la Santa Cruz, el cargamento en mi camioneta era un pedido especial de barbacoa recién sacada del pozo de don Arturo Arrieta, de San Vicente y el muy famoso pulque de Pueblo Nuevo, todo listo para la comilona. Al enfilar por la carretera Lechería Texcoco se acumula el tráfico antes de llegar al campamento de la Polocía Federal de Caminos y ya no se pudo pasar, inició la locura, por el radio de comunicación de la empresa recibo una noticia impactante ¡¡ nos van a matar, nos secuestraron, auxilio!! clamaban compañeros que trabajaban en exploración de la zona bajo el amparo de un contrato de la Comision Federal de Electricidad, a lo lejos se observaban llamas saliendo de camiones de la Coca y patrullas, aún no sabíamos lo que pasaba, solo entendía que la comida se enfriaba y el pulque se calentaba por lo que buscamos salida, pudimos regresar y entramos por Tulantongo para salir por Tezoyuca, para mí fué terrible llegar a Coacalco a las 5 de la tarde y ver a los trabajadores bastante molestos por la tardanza. Imagínense como estaban mis compañeros que fueron secuestrados y paseados sin ropa por las calles de San Salvador Atenco, con machetes en su pecho y con la amenaza de muerte, escuchando a la muchedumbre decir " ya ven, se los advertimos, ustedes ya valieron madre, para que aprendan" fueron encerrados en el auditorio sin poder hablar, con el terror en sus rostros, pensando en sus familias, sabiendo que podría ser el último de sus dias. Los directivos de la empresa se movilizaron para sacarlos de ahí con pocos resultados, fué hasta que ellos lo decidieron, un camión con taladro y equipo de exploración se quedó en la plaza municipal mas de seis meses, se enviaron cartas de nuestra parte a Gobernación culpándolos a ellos por la no actuación para salvaguardar los intereses de una compañía totalmente Mexicana que paga impuestos, por que sabían perfectamente quiénes fueron los responsables y seguían sueltos.
Ahora después de algunos años los sueltan y Carmen Aristegui aplaude la desición de los jueces que dictaron la orden de libertad, y mis compañeros, cuando recobrarán la libertad psicologica que unos "paladines" les robaron, no hablaré de los que se enfrentaron a ellos y perdieron sus autos y resultaron golpeados, al ver los contingentes en el zócalo armados con machetes pienso en la misma ineptitud del gobierno por no enfrentarlos, Carmelita dice que no son armas, sino un simbolo, entonces usted ¿podría portar una UZI en el metro como simbolo de lo que se le pegue la gana? ¿ podremos matar a un turista gringo por los que van en lafrontera? el reglamento de la ciudad es claro ¡ no se pueden portar armas !. Si la secuestrada, vejada y encuerada hubiera sido Aristegui, algun familiar o colaborador las cosas y comentarios serían distintos.
Con lo anterior mi clara molestia por la actuación primera del gobierno federal y ahora por los jueces y magistrados ( lo escribo sin mayúsculas a propósito ).