Reclusorio Molino de las Flores
Texcoco, Estado de México a 1 de Marzo de 2017.
Hermanos y hermanas
Compañeros y compañeras:
Hoy se llevó a cabo la audiencia No.77 de este infame juicio que ya debió haberse cerrado. Continúan las audiencias debido a que falta una junta de peritos en toxicología forense.
La Procuraduría junto con el Poder Judicial se están desquitando. Les explico:
En el 2015 pudimos localizar un peritaje en química con el que se determinó alcohol en la sangre de la occisa. El estudio se hizo el día 17 de Abril de 2007, un día después del deceso, pero desapareció del expediente. En 2016 localizamos otros dos peritajes realizados por la Procuraduría Mexiquense, en Junio de 2007. También habían desaparecido del expediente. En uno se determinó que en el contenido gástrico del cadáver había alcohol y en el otro que en el humor vítreo (en los ojos) había barbitúricos, es decir pentobarbital, sustancia que usan los veterinarios para anestesiar o sacrificar animales. La occisa era veterinaria y presentó lesiones de inyección intravenosa. En el lugar había un dispositivo de venoclisis, suero y un frasco vació con el anestésico.
Con los dictámenes localizados hicimos otro peritaje en toxicología el cual demuestra que la combinación de pentobarbital y alcohol, que fueron ampliamente difundidos en la sangre, causa la muerte.
Lo ofrecimos como prueba desde Noviembre del año pasado. De inmediato lo objetó la Ministerio Público adscrito al Juzgado y mandó a hacer otro peritaje para negarlo.
Por ley, el juez debe ordenar que revise los dos peritajes por un perito tercero en discordia y lo solicitó al Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, pero éste respondió que no tiene peritos en toxicología forense y que además, no tiene presupuesto para contratar a alguno. Esto llevó al Juzgado a solicitar dicho perito a la Secretaría de la Defensa Nacional. ¿Cuánto tiempo habrá de esperar para que responda si cuenta con el perito en toxicología la Defensa Nacional. ¿Cómo se explica que el Poder Judicial del estado de México no tenga un perito en toxicología? ¿Cómo poder aceptar que no tenga presupuesto para contratarlo?.
Pero eso no es todo. Como parte del proceso, que ya debió haberse cerrado, se hizo una junta de peritos en criminalística en 2015. El perito de la Procuraduría, el perito particular de mi defensa y el perito tercero en discordia del Tribunal Superior de Justicia, los tres, concluyeron que , en los hechos en que murió la finada no intervino una segunda o tercera persona y que las lesiones de inyección fueron autoinfringidas.
Determinaron que no hubo huellas de defensa ni de violencia en ropas o cuerpo de la occisa.
Sin embargo el médico forense que hiciera la necropsia del cadáver. El doctor Jesús Morales Ramírez, dictaminó estrangulamiento bimanual. En la junta de peritos en medicina forense alegó que descartó la muerte por intoxicación porque el cuerpo no presentaba BULAS PULMONARES, NI DAÑOS EN ENCIAS, NI INFARTO CEREBRAL; y para ello se basó en el libro Toxicología Clínica del autor Miguel Ángel Montoya Cabrera.
Pero cuando revisamos ese libro encontramos que la intoxicación por barbitúricos no causa daños en encías, ni infarto cerebral y las bulas salen en los pies, pero de los intoxicados vivos, no los muertos. Así que el doctor Morales Ramírez malversó o tergiversó la información del libro. Pero además cuando hizo la necropsia él mismo ordenó los estudios en toxicología, pero no los tomó en cuenta, ni la intoxicación por alcohol ni por barbitúricos; los estudios se hicieron hasta Junio del 2007 y él firmó el acta de defunción por estrangulamiento desde el 17 de Abril de ese año, así que ni se le pudo haber ocurrido descartar una intoxicación.
En razón de ello iniciamos una demanda contra ese doctor en Enero de 2016 ante la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos de Texcoco.
Ya pasó más de un año y no ha resuelto nada. ¿Cómo podemos explicar eso?
No pretendo aburrirlos con detalles, mi propósito es comunicar a mis lectores cómo se entreteje la injusticia; primero fabricando una culpabilidad, basada en información falsa; segundo, ocultando o extraviando elementos del expediente para configurar a modo sus hipótesis, tercero, prolongando el proceso con artimañas que nos dejan en la indefensión. El cúmulo de anomalías y atropellos denota un evidente uso del sistema de “justicia” para mantener preso a un inocente y para servir a intereses ajenos al esclarecimiento de una muerte.
Seguimos de pie, defendiendo el derecho y la verdad. Abrazo con todo fervor a mis compañeros y compañeras que continúan en el plantón fuera del penal, mismo que cumplió ya dos años con diez meses.
¡Que florezca la libertad
Y se multipliquen los caminos de lucha!
¡Nos faltan 43!
¡Hasta la victoria CNTE!
Oscar Hernández Neri
Fuente: http://niunpresuntoculpablemas.org/2017/03/audiencia-no-77/