Toluca, Estado de México, 6 de abril de 2020.
En la entidad existen seis Instituciones de Asistencia Privada legalmente constituidas ante la Junta de Asistencia Privada del Estado de México (JAPEM), organismo sectorizado a la Secretaría de Desarrollo Social, que atienden a más 240 niñas, niños, adolescentes y adultos con trastorno del espectro autista.
En la coyuntura actual causada por el COVID-19, la conmemoración del Día Mundial de Concienciación del Autismo, que se realiza cada 2 de abril, tomó un aspecto diferente debido a las recomendaciones de cuarentena y aislamiento social que incluye a niñas y niños con autismo.
“Tradicionalmente las Instituciones que atienden a menores con autismo venían realizando una caminata en los municipios de Toluca, Atizapán y Nezahualcóyotl para distribuir información a la ciudadanía sobre los distintos aspectos de este trastorno, sin embargo, debido a la contingencia sanitaria, esa actividad fue suspendida en esta ocasión, teniendo presencia sólo a través de redes sociales”, informó Alfonso Naveda Faure, Secretario Ejecutivo de la JAPEM.
Ante ello, las IAP que atiende a personas con autismo recomiendan que las familias adapten nuevas rutinas que permitan que las niñas y niños con autismo vivan este periodo, mediante la realización de actividades que les cause el menos estrés posible.
“Las niñas y niños con autismo se aferran a las rutinas y a las conductas repetidas con el objetivo de mantener una conducta estructurada para sostener una interacción social aceptable para ellos, sus familias y las personas que los rodean”, señaló Adriana Villagrán López, madre de un menor con autismo y presidente de CEITEA, IAP, institución que apoya a niñas, niños y adolescentes con el mismo trastorno que su hijo.
Explica que con el rompimiento de esas rutinas debido a la cuarentena, las personas con autismo se ven imposibilitados para realizar las actividades a las que estaban habituados, lo que les puede provocar mayor estrés y ansiedad, de ahí la necesidad de implementar de manera sencilla y práctica nuevas rutinas para adaptar el nuevo funcionamiento del núcleo familiar.
“Para algunos niños y niñas con autismo les puede resultar muy incómodo el uso de cubrebocas, la sensibilidad del gel en las manos o el olor a desinfectante, por eso es importante actuar con prudencia para que paulatinamente les sean tolerables estas medidas de sanidad”, indicó Adriana Villagrán.
Por ello, recomendó organizar nuevas rutinas en el hogar y realizarlas en un horario estructurado, como levantarse, bañarse, desayunar, efectuar tareas domésticas y establecer tiempos para entrenamiento y convivencia.
También destacó la importancia de explicar a la persona con este trastorno, de manera clara y sencilla, sobre la situación que se está pasando, sin ser alarmistas para no generar miedo o ansiedad, comentar cuánto tiempo durará la nueva situación y sumar a todos los integrantes de la familia.
“Esta cuarentena también puede ser una forma positiva para reforzar conductas de formación familiar como hábitos de disciplina y acciones afectivas, imprescindibles para todos las personas y más para los niños y niñas con trastornos en el espectro autista”, enfatizó Adriana Villagrán.