La reciente polémica en torno a las palabras del futbolista Chicharito Hérnandez, provocó una avalancha de comentarios en redes sociales que reflejaron posturas tanto a favor como en contra de dichas declaraciones como en la que menciona la importancia de “honrar la masculinidad”. Y es que alejándonos un poco de la persona que hizo tales comentarios y su mucha o poco falta de educación, lo relevante en este fenómeno es lo que salió a relucir de una sociedad como la nuestra, en donde la figura del hombre como un ser “proveedor” sigue presente en el ideario colectivo, así como el de la mujer en su papel como ama de casa. Lo preocupante resulta en el punto en que estos discursos en su trasfondo guardan una intención mucho más profunda que la de solo dar una opinión, y es, a mi parecer, la de perpetuar el machismo como un sistema social en el que se busca denostar el papel de las mujeres en los espacios públicos, porque claro, es más sencillo acusar a las mujeres que reconocer los privilegios que el género masculino
El caso de “Sister Hong” o “Hermana Hong” fue otro de los casos que se virilizaron en redes sociales los días pasados, dado lo polémico y extravagante de los hechos, en donde un hombre de nacionalidad china de 38 años adoptaba una apariencia femenina para poder tener encuentros sexuales con otros hombres y grabarlos sin su consentimiento. Y es que lo que resulta verdaderamente grave del caso no es solo el hecho del delito que cometió el hombre al vender el material gráfico de los encuentros sexuales, sin el conocimiento de los participantes, sino la polémica en torno al caso y el objeto de críticas sobre la identidad falsa de “Sister Hong”, ya que hasta el momento no se tiene información sobre si la persona que lo hizo solía “disfrazarse” de mujer o en realidad había una identidad Trans detrás, en una cultura donde la sexualidad suele ser muy reprimida.
Otro de los temas que salió a relucir fue el de la Infecciones de Transmisión sexual, dado que la mayoría de encuentros se realizaban sin condón, pero todo ello con un cierto tinte morboso más que con un enfoque de salud. Lo que nos debe de quedar de experiencia de este caso es que seguimos viviendo en una sociedad donde las prácticas sexuales entre dos hombres o con mujeres y hombres Trans siguen siendo temas tabúes, y en donde si bien existió un delito por grabaciones sin consentimiento, el estigma social por haber tenido encuentros con un hombre vestido de mujer es de lo que más detonó la conversación en redes. El responsable de ello probablemente tendrá una pena en prisión, pero al mismo tiempo sufrirá el escarnio social por haber evidenciado sus preferencias sexuales, en un mundo donde la diversidad sexual sigue siendo condenada e incluso pena de muerte en algunos países.