(Versión original en https://www.observatoriociudadanochicoloapan.com/post/morena-chicoloapan-puede-perder-la-elecci%C3%B3n-y-ganar-la-campa%C3%B1a) La austeridad de la 4T en Chicoloapan simplemente desapareció con el grupo político que actualmente administra el gobierno, una incongruencia monumental a los principios del movimiento.
La gente de Chicoloapan está muy molesta con lo que ocurre a nivel nacional y las polémicas decisiones del presidente López Obrador. El retiro de apoyos a instancias infantiles, a organizaciones de la sociedad civil, el desabasto de medicamentos, el retiro de apoyos económicos a programas de mujeres, insuficiencia de medicamentos para niños con cáncer y comunidad LGBT, la torpeza en la estrategia para proteger a la población ante el coronavirus, son sólo algunos ejemplos de estas decisiones que han enojado a muchos.
El presidente tuvo que quitarle esos recursos a estos sectores para poder repartirlos a los llamados “ninis”, pues también sirvieron para duplicar el apoyo que le dan a los adultos mayores y repartirle becas a estudiantes. Situación que le atrajo muchas críticas, aunado a declaraciones desatinadas del mandatario que se la ha pasado quejándose y recordando el pasado en lugar de asumir el presente y tomar el control de su gobierno.
En Chicoloapan la situación es muy parecida. El partido llegó con una candidata prácticamente desconocida que se benefició en su momento del voto de castigo en contra del partido en el poder, que entonces era el PRI. Apenas recién instalados en el poder, se formaron dos grupos, el de Nancy Gómez y su esposo, y el de su suegro, Samuel Ríos Reglado. Grupos que poco a poco se fueron golpeteando hasta llegar al borde de la ruptura.
En esa lucha, ambos grupos intentaron fortalecerse a costa de todo, sin prever, que al tiempo que se fortalecían en lo interno, comenzaron a perder a los ciudadanos en lo externo, esos que llegaron a votar por el movimiento para sacar al PRI del poder. Sumado al desgaste de la lucha interna, donde claramente el perdedor mayor fue Samuel Ríos Reglado en lo interno, las acciones de gobierno llegaron sólo a convencer a los seguidores del grupo morenista, perdiendo así ambos grupos entre los ciudadanos.
Fracturas, traiciones, filtraciones de información y una lamentable estrategia de comunicación gubernamental, hundieron la imagen de la presidente municipal y su grupo. ¿Cómo se dieron cuenta los ciudadanos de este desgaste? Gracias a la pandemia del COVID-19, que obligó a trasladar la visibilización de las acciones del gobierno a la redes sociales y a la INTERNET. Explotaron las críticas directas como nunca antes lo habíamos experimentado.
Los grupos morenistas en el poder comenzaron a reproducir esas prácticas que generaron el hartazgo ciudadano. Denuncias abiertas sobre la falta de transparencia en el manejo de los recursos. Gastos inflados. Nepotismo. Despilfarro de recursos. Conflictos de interés. Golpeteos internos. Traiciones. Señalamientos sobre enriquecimiento. Videos, fotos y comentarios sobre la vida privada y pública de estos personajes fueron la punta de lanza que comenzaron a amplificar el descontento ciudadano. En las redes sociales comenzó a ganar el terreno, la descalificación hacia las acciones de gobierno en lugar del reconocimiento hacia resultados que no fueron del todo aceptados por los chicoloapenses.
Señales que anunciaban el desplome de MORENA en términos de percepción. La ausencia de alguna figura que representara el liderazgo del movimiento en Chicoloapan, abonó a ese desgaste. Ningún funcionario público salió a defender al gobierno de tanta descalificación como nunca antes había ocurrido, donde la libertad de expresión ahora sí se hizo presente de manera muy fuerte.
Las fracturas al interior del movimiento se consolidaron al llegar el momento de elegir a sus candidatos. Nancy Gómez, Adrian Galicia y César Hernández ya no garantizaban el triunfo del movimiento, que en una condición de conflicto interno, la derrota era segura. La pugna a nivel estatal entre los grupos del senador Higinio Martínez y de Emilio Ulloa también marcaron la crisis de credibilidad que hoy está padeciendo MORENA, al viejo estilo priísta. El senador impuso la reelección de los tres servidores públicos y provocó la ruptura irreparable de los morenistas. Se fueron liderazgos, humillaron a servidores públicos, denuncias públicas de corrupción comenzaron a brotar, condicionamientos de apoyos, entre escándalos familiares y descalificaciones mutuas, obligaron a lo que quedaba de ambos grupos a considerar reunificarse. Y así lo hicieron. A la suma de esta crisis, incorporaron a políticos desprestigiados de otros partidos, a sumarse para tratar de evitar el hundimiento.
La reacción ciudadana usando el único mecanismo que actualmente se tiene para emitir un punto de vista libre, que son las redes sociales, fue feroz y despiadada, al conocer los movimientos desesperados de la frágil clase gobernante, que agonizaba justo por los errores cometidos, debido a la soberbia, ambición, inexperiencia de ellos mismos.
Lo único que les quedaba era implementar una estrategia de marketing político que les permitiera competir y tratar de reconquistar a ciudadanos perdidos: vender imagen.
Sí, lanzarse a la simulación que el marketing suele usar para intentar persuadir a los votantes de que siguen siendo una buena opción de gobierno. Y entonces, vuelven a cometer errores que les puede costar el triunfo. Salen con un slogan que resulta complicado de vender justo por los acontecimientos anteriores “MORENA gobierna bien”. Cuando creas un slogan que no se alinea a lo que está ocurriendo en los hechos y que no es algo que la gente quiere escuchar, simplemente resulta ineficaz.
Imagínense el nivel de error que cometen. Por un lado, tenemos un Síndico Municipal que salió a denunciar públicamente que no se estaban haciendo bien las cosas, unos ciudadanos ferozmente críticos en las redes sociales denunciando agresiones de policías, denunciando desvío de recursos en OPDAPAS, falta de transparencia en IMCUFIDE y el DIF, una auditoría desde el gobierno del Estado de México acusando falta de información en el uso del presupuesto, así como la denuncia penal en contra de Nancy Gómez y su gobierno por el despilfarro de 28 millones de pesos y por otro lado, un liderazgo de MORENA ausente, descalificaciones internas, señalamientos de medios locales acerca de las promesas de campaña de hace tres años que no cumplieron, la suma del enojo por la reelección, la adhesión de ex políticos desprestigiados, la violación de la entonces presidenta municipal al código electoral y un slogan diciendo que hacen bien las cosas, definitivamente coronan la suma de esos errores.
Y entonces el grupo reunificado se percata de ese desastre y se les ocurre echar andar otro slogan que insulta la inteligencia de los chicoloapenses con la campaña “Yo voy con la güera que gobierna bien”. Una estrategia que anuncia desesperación. Hacerle creer a los votantes que son los ciudadanos quienes pintan esas bardas por voluntad propia…ajáaaa !!!
Imagen, imagen, vender imagen. Acarrear lo que queda de simpatizantes para hacerle creer a los ciudadanos que las reuniones de la candidata son concurridas. Y entonces viene el efecto boomerang, la crítica ciudadana de que se tiene una candidata a la que que si quieren tener un contacto cercano, ahora el pueblo tiene que ir a buscarla, tiene que ir a sentarse donde ella y su equipo deciden si quieres escuchar sus propuestas. Quedó sepultada la humildad de la gente de izquierda que es ir al encuentro con el ciudadano. Y entonces venden la imagen de una candidata que le da flojera regresar a las calles a escuchar a quienes quiere gobernar. Una imagen que contrasta con la austeridad vociferada por AMLO por el despliegue que exige el marketing político para convencer a la gente. Y para persuadir a los hombres, el marketing dice que debe venderse como la muñeca Barbie, como esa rubia que todo hombre sueña. Qué nivel tan cuestionable de marketing, pero así es el marketing. Y entonces es una estrategia que detona la crítica de aquellas mujeres que envidian la figura de las barbies, osea, en medio de todo esto, un juego perverso de nivel incluso psicológico.
Y es en este despilfarro y despliegue de recursos, donde MORENA Chicoloapan puede ganar la campaña a diferencia de las otras opciones políticas. Aquí sí no hay quien le compita. Pero en el juego de las percepciones, lo que se escucha en las calles, en los mercados, en las verdulerías, en las tortillas, en las barberías, en todo ese espacio público que representa al votante real, hay una sola voz que cada día cobra más fuerza: “MORENA YA NO GANA en Chicoloapan, estamos cansados”.
Y es en este juego de percepción donde MORENA puede perder la elección. Pero muchas veces, cuando la soberbia, el orgullo, la ambición y la falta de autocrítica, ciegan a los liderazgos que están desarrollando la estrategia, justo dejan de ver la realidad y prefieren la autocomplacencia. Prefieren la imagen sobre los resultados. MORENA tiene un serio problema: no tiene avances concretos de gobierno que los haga diferentes y lucha con el desprestigio de no haber cumplido lo que prometieron, además de la percepción del capricho de una familia que quiere un proyecto de gobierno por 9 años, pues el acuerdo, según algunas fuentes internas del movimiento, es que si gana Nancy Gómez, el siguiente candidato sería su esposo Samuel Ríos Moreno y nadie más. No hay nada dicho, hay varias interpretaciones de lo que está ocurriendo y aquí hemos compartido una más.
VIVA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN !!! #SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN !!!
Observatorio Ciudadano Chicoloapan.