Saludos.
Otra historia de Terror en el Estado de México, y más indignante aún, el daño que hacen los servidores publicos, tanto del ISSEMYM, como del sistema de “justicia”…
De acuerdo con proceso…
El 5 de noviembre de 2013, dos familias vivieron uno de los momentos más terribles de sus vidas: frente a un juez intercambiaron a los que durante un año y diez meses creyeron que eran sus hijos, pero que en realidad fueron cambiados –con total impunidad– en el Hospital Materno Infantil del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) del Estado de México, antes de ser entregados a sus madres biológicas.
…Después de que cada familia “recuperó” a su hijo biológico, comenzó su duelo. “Recuperamos a un hijo, pero perdimos a otro. De cualquier forma, es un daño irreparable”, coinciden ambas madres. Saben que sus hijos buscan en su rostro “a su otra mamá”.
…En ella señaló como responsables al Instituto y al personal médico que la atendió: cirujanos, ginecólogos, pediatras, neonatólogos, enfermeras y todos los que atendieron su parto.
Pero en vez de atenderla con profesionalismo, los policías ministeriales comentaban: “A lo mejor se fue a una fiesta y le cambiaron la ropa al niño”, “No es cierto, lo que quieren es lana”.
El 17 de mayo del 2013, cinco personas de la Fiscalía acudieron al domicilio de la madre de Jesús Anaya. Los “pseudo-agentes” llegaron intimidantes en cuatro vehículos y con jalones y atropellos, sin identificarse y provocando un escándalo con los vecinos, le exigieron decirles dónde estaba su hijo.
“Tiene un pedote con la ley” y debe presentarse ante el Ministerio Público, le advirtieron.
Sin temor de haber cometido delito alguno, el matrimonio Anaya se presentó ante la Mesa de Responsabilidades número 7, con la ministerio público Sandra López Sánchez. Ahí, “nos dieron un trato déspota, negligente, falto de todo respeto, profesionalismo y sensibilidad… Nos trataron como delincuentes, como si nosotros nos hubiéramos robado o secuestrado a nuestro hijo”, cuenta Anaya.
Por el acoso y maltrato que recibieron del personal de la Fiscalía, el matrimonio exigió hablar en privado con el fiscal. Sin una pisca de tacto ni sensibilidad, les informaron que había una demanda para entregar a su hijo a su madre biológica. Peor aún, les dijeron que mientras se investigaba el asunto, debían entregar al niño al DIF estatal (DIFEM).
…El 12 de junio de 2013 las familias afectadas interpusieron una queja en la Contraloría Interna del ISSEMYM con el número CI/ISSEMYM/IP/059/2013. Sin embargo, el resultado les dio otra bofetada:
El contralor Miguel Ángel Pérez Lugo exoneró al personal médico que hizo el cambio, pues el 3 de diciembre de 2014 resolvió: “No hay lugar a iniciar un procedimiento Administrativo Disciplinario en contra los Servidores Públicos adscritos al hospital Materno Infantil de este Instituto”, con motivo de dichas denuncias.
Peor aún, ordenó: “Archívese el presente asunto como tal y definitivamente concluido, hágase las anotaciones en los registros correspondientes”.
…Y a pesar de que ya comenzaron a recibir represalias en sus trabajos y temen ser despedidos o allanados en sus negocios y domicilios por denunciar el caso, coinciden en que no cederán hasta que haya una sanción a los responsables.
De hecho, consideran la posibilidad de enviar el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Continúa en: http://www.proceso.com.mx/?p=401995