Fuente: exoline
El lago de Texcoco fue uno de acuíferos más importantes de la zona lacustre del Valle de México durante la época prehispánica y, actualmente está en proceso de extinción.
Sin embargo, un rescate integral, así como el almacenamiento y potabilización de agua pluvial en esa zona podría ayudar a aminorar los problemas de hundimientos de la ciudad.
A casi 100 años del natalicio del científico mexicano, Nabor Carrillo Flores, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) propuso que se retome su proyecto llamado Plan Texcoco.
Uno de sus principales impulsores es el arquitecto Jorge Legorreta, quien argumenta que es necesario mantener y controlar el agua de lluvia, reutilizando la que se necesite antes de sacarla de la cuenca mediante la red entubada.
El catedrático de la UAM Azcapotzalco señala que Nabor Carrillo comprobó entre 1947 y 1948, que la extracción de agua de los acuíferos del Valle de México generaba hundimientos, lo que provocaría problemas en el sistema de drenaje por la pérdida de la pendiente de los colectores.
De esta manera, Nabor Carrillo propuso en 1965 un sistema de regulación y captación de agua pluvial, que además permitiera mejorar la ecología regional y conservar el suelo que permite la recarga.
Este proyecto contemplaba un área de conservación de 17 mil hectáreas, así como varios lagos con capacidad total de 151 millones de metros cúbicos y por lo menos dos plantas potabilizadoras de 40 metros cúbicos por segundo.
El lago principal de dicho proyecto, que lleva el nombre de Nabor Carrillo, tiene una capacidad de 36 millones de metros cúbicos, en una superficie de mil hectáreas e inició operaciones en 1982, pero Legorreta asegura que actualmente se encuentra saturado por el agua pluvial y de drenaje de los nuevos desarrollos urbanos.
De igual forma, dijo que sólo se construyó una planta potabilizadora de dos metros cúbicos por segundo, capacidad que ha quedado revasada para la demanda actual.
El proyecto del ingeniero mexicano no fue completado, debido a la falta de recursos económicos y a la prioridad concedida a las obras del sistema de drenaje profundo
De acuerdo con Legorreta, las autoridades deberían de retomar este proyecto construyendo por lo menos 30 presas para captar el agua pluvial en las partes altas y en los ríos de mayor movimiento.
Explicó que este proyecto resultaría más económico y rápido que otras obras que se tienen planeadas, además de que evitaría que grandes cantidades de agua pluvial se pierdan en el drenaje.
A pesar de ser una zona de alta salinidad, más de 30 años de reforestación convirtieron al lago de Texcoco en un santuario de aves, al recibir alrededor de 300 mil de estos animales de más de 153 especies.
Y sólo le dan 10 años más
Samuel Pérez Nieto, investigador del Área de Irrigación de la Univerdad Autónoma de Chapingo, advirtió que en una dácada, más de cuatro millones de habitantes que son abastecidos del acuífero de Texcoco corren el riesgo de quedarse sin agua, debido a que es uno de los más 100 sobreexplotados del país.
Pérez indicó que entre los municipios que se verían afectados se encuentran Texcoco, Chicoloapan, Chinconcuac, Chimalhuacán, Tepetloaxtoc y una parte de Nezahualcóyotl.
Sostuvo que el crecimiento anárquico de unidades habitacionales y la tala de árboles en las zonas boscosas, así como la falta de una política en el uso de agua para riego y el pago inadecuado de éste, son factores que intervienen en el riesgo de la falta de agua potable.