Fuente: lajornada
Un ejército de encuestadores, notarios y observadores fue desplegado ayer en la red del Metro para conocer el punto de vista de los usuarios acerca de la prestación del servicio, cuánto estarían dispuestos a pagar y, si hubiera un ajuste en la tarifa, a qué deberían destinarse los recursos adicionales, aunque en ningún momento se les cuestionó de manera directa sí están en favor de un incremento al costo del boleto, de dos a tres pesos, como propone el gobierno capitalino.
La pregunta, sin embargo, no hizo falta, ya que muchas amas de casa, burócratas, comerciantes, obreros y estudiantes, entre otros, rechazaron, ante representantes de los medios de comunicación, esta posibilidad, al considerar que la situación económica no está para cargarle otra vez la mano a la gente más jodida, sobre todo cuando el PRD dice que se ha erigido en paladín de los desprotegidos, y somos nosotros los que diariamente utilizamos este servicio y tenemos la necesidad de realizar dos o tres viajes.
Sin embargo, esta opinión no fue compartida por empleados bancarios, profesores y profesionistas, quienes consideraron necesario y urgente actualizar la tarifa del Metro, que tiene un rezago de ocho años, y destinar más recursos a mejorar el servicio. Hoy, difícilmente podemos calcular el tiempo para llegar a nuestro destino, aun cuando es el servicio más rápido que existe en la ciudad, debido al retraso en el paso de los convoyes, comentaron Isidro, Teresa y José, empleados de un bufete de abogados ubicado en la colonia Doctores.
A ello se suma el deterioro de las instalaciones, la necesidad de contar con mayor número de policías en trenes, andenes y trasbordos, así como el incremento exponencial de vagoneros, quienes se han apropiado de este transporte y tenemos que escuchar sus imparables ofrecimientos de discos piratas, dulces o artículos para el hogar. Y también corremos el riesgo de sufrir una agresión verbal o física si no les abrimos paso o mostramos nuestra inconformidad, señalaron Diana y Martín, residentes médicos que se manifestaron en favor de un alza a la tarifa para acabar con este problema.
Dichas posiciones encontradas, y otras, fueron recabadas en las primeras horas de la Encuesta Metro Diciembre 2009, en el transbordo de la estación Pino Suárez, por jóvenes de la Ola Naranja, grupo de enlace del Sistema de Transporte Colectivo con los usuarios, quienes estuvieron acompañados por notarios e integrantes de las organizaciones Alianza Cívica y Propuesta Cívica, a fin de certificar la transparencia del ejercicio, tanto en la aplicación del cuestionario de 10 preguntas como en su captura.
La presencia de cámaras de televisión provocó que decenas de usuarios hicieran fila para responder las preguntas de los jóvenes encuestadores, quienes en un minuto y medio, en promedio, lograban cumplir con su tarea, mientras los representantes de los medios de comunicación elegían a sus declarantes. Pese a tratarse de una hora de baja afluencia –las 11 horas–, la gente esperó su turno ante las cámaras, micrófonos o grabadoras para expresar su punto de vista.
Su opinión en torno a un aumento a la tarifa tenía estrecha relación con su lugar de origen y ocupación. No es lo mismo para una trabajadora doméstica gastar seis pesos diarios para trasladarse en Metro, que para un profesionista, pues eso significa 180 mensuales, una tercera parte más de lo que hoy destina a transportarse, sin considerar gastos de comida y escuela, entre otros, explicó María de la Paz, madre soltera de dos pequeños que todos los días viaja de Pantitlán a San Antonio.
El vocero de la fracción del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Alejandro Sánchez Camacho, señaló a su vez que la ciudad ha sido obligada a solicitar esta alza al boleto del Metro, debido los recortes prespuestales impuestos por el PRI y el PAN en la Cámara de Diputados durante la aprobación del paquete económico 2010.
Los resultados de esta encuesta, aplicada a 6 mil 100 usuarios, se conocerán el jueves y serán la base para determinar si se da el alza.
Su rechazo, agregó el director del Metro, Francisco Bojórquez, pondría en riesgo la continuidad de los trabajos de rehabilitación de la línea A, que va de Pantitlán a La Paz; el mantenimiento de la red, la compra de trenes, y los programas de seguridad, a lo que se destinarían los mil 400 millones de pesos adicionales a captar por esta medida. La gente, sin embargo, tiene la última palabra y la vamos a respetar, aunque confiamos en su actitud responsable hacia este sistema, agregó.
El líder del PRD-DF, Manuel Oropeza, consideró que incrementar a tres pesos, por ejemplo, el precio del boleto del Metro es un asunto muy sensible y de gran impacto para los capitalinos, aunque en una democracia la gente manda, por lo que llamó a la población a seguir participando en la consulta, que concluye este martes.